Sombra De Ojos
Preguntas frecuentes:
¿Qué sombras de ojos te favorecen más según el color de tus ojos?
La sombra de ojos es uno de los pasos más importantes en el proceso de maquillaje. Pero, ¿verdad que es difícil elegir correctamente el color? Hay tantas posibilidades… Bueno… Pues, precisamente por eso, vamos a hacer un repasito por las diferentes opciones que tenemos según el color de ojos que hay. Para ello, vamos a dividirlos en azules, verdes, miel, marrones y negros.
Ojos azules: intensos y llamativos. Dicen que todos los que tienen ojos azules descienden de la misma persona, alguien que hace unos 3.000 años nació con una mutación en los ojos, confiriéndole este bello color. Para los ojos azules recomendamos colores claros, si lo que se quiere hacer es una perfecta y sutil combinación. Colores como el rosa, el lila, plata y, por supuesto, azules. Si lo que pretendes es resaltarlos, crear un contraste, puedes usar tonos dorados, rojos pastel, marrones e, incluso, naranjas. Evita los verdes, no son tus mejores aliados.
Ojos verdes: sabios y abiertos. Sólo el 2% de la población mundial tiene los ojos verdes. Unos dicen que proviene de Hungría. Otros que proviene de Islandia. A este tipo de ojos, los colores que le van mejor son los tonos burdeos, magenta, fucsia y melocotón. Si tu iris tiene tonos marrones como el tono avellana, es mejor que te decantes por los tonos berenjena, rosa caramelo, violeta y ciruela.
Ojos marrones. Si tus ojos son bastante oscuros, opta por un verde bosque para tus sombras. Si tu color torna más al marrón chocolate, apuesta por un azul puro o un azul hielo. Si el color de tus ojos se acerca más a los ojos avellana, elige por el lila y el iris.
¿Cómo aplicar la sombra de ojos paso a paso?
Existen looks de sombras de ojos que nos impulsan a querer intentarlo pero al final el resultado no es el que deseamos. Decepción. ¿Por qué? Porque en esto hay que tener como se diría, arte.
Aunque parece difícil, conseguir unas sombras bonitas en tus ojos no es tan difícil. Te explicamos lo que debes hacer para que tus sombras de ojos queden como quieres.
Lo primero es aplicar corrector en los párpados. Sí, como has leído. Si usas un primer específico para esta zona, conseguirás mayor pigmentación y duración.
Usa una sombra base como transición. Si quieres un resultado más natural, elige un tono nude. Si quieres un look más marcado y atrevido, opta por un marrón o gris oscuro. Aplícalo por todo el párpado móvil y difumínalo en el pliegue para evitar antiestéticos cortes. Extiende hacia el exterior para crear un pico de forma sutil.
Es hora del color protagonista. Aplícalo por todo el párpado móvil y difumina para que se funda con el tono base. Llega al pliegue de la cuenca del ojo y más allá de las pestañas laterales para conseguir la intensidad que buscamos.
Es turno de la sombra que dará luz a nuestra mirada. Apuesta siempre por un tono dorado o plateado para aplicarlo en el lagrimal y en el centro del párpado a través de toquecitos y difuminar de forma muy breve.
Ahora toca el eyeliner, el que automáticamente va a hacer nuestra mirada más intensa. Aconsejamos usar un tono marrón o negro. Desliza por las pestañas para alargar la línea un poco cuando llegues al final del ojo. Después difumina con una brocha con el objetivo de mezclarlo entre las sombras.
El último y mágico toque lo da nuestra fiel compañera, la máscara de pestañas.
Debes tener en cuenta que el tono más claro siempre se aplica primero y en el párpado móvil y en la zona más cercana al lagrimal. Los tonos medios se suelen poner en el párpado móvil y los más oscuros en la línea de las pestañas, el exterior del párpado y el pliegue.
Si quieres unas sombras ahumadas, es de obligado cumplimiento la difuminación para extender las sombras más allá del párpado móvil hacia la sien y por debajo de las pestañas inferiores.
Las herramientas que deberás usar para conseguir un buen resultado son por un lado una brocha plana para las líneas de las pestañas superiores e inferiores y otras más suaves para el pliegue y el exterior del párpado móvil.
¡Ya sólo queda practicar y coger maña!
¿Cuáles son las mejores sombras de ojos para pieles maduras?
¿Tu piel es madura pero sigues amando las sombras de ojos? Pues muy bien qué haces porque no hay ninguna prohibición para hacerlo cuando somos más mayores. Solo tenemos que sabes algunos tips para conseguir que nos ayuden a lucir mejor.
Lo que aconsejamos es elegir bronceados claros y beiges y que simplifiques tu maquillaje de ojos. Apuesta también por un acabado sedoso.
¿Qué tipos de sombras de ojos hay? Polvo, crema, metalica, mate, brillante…
Hoy en día, tenemos la grandísima suerte de tener a nuestra disposición una gran variedad de sombras de ojos. ¿Te pierdes entre tanto? Es normal pero te vamos a decir todos los tipos que hay para que sepas distinguirlos como una experta. Si hablamos de texturas, podemos clasificar las sombras en cuatro grupos:
Sombras de ojos en polvo suelto. Fueron unas de las primeras sombras en aparecer en el mercado. Al consistir en polvo suelto, hay que manejarlos con ayuda de una esponja o pincel. No obstante, su aplicación es muy fácil. Su difuminación es muy sencilla. La ventaja de estas sombras es su durabilidad. Es más difícil que se cuarteen. Sin embargo, su duración no es tan larga una vez aplicada en la piel. Los fantásticos acabados que ofrecen este tipo de servicios son brillantes, satinados y metálicos. ¡Son luz total!
Sombras de ojos en polvos compactos. Como puedes predecir por su nombre, su textura es más compacta y más dura. No manchan con tanta facilidad como las sombras en polvos sueltos y debes aplicarlo con una pequeña esponja. Sin embargo, son más difíciles de difuminar y su duración una vez aplicada en la piel no es muy sorprendente. Son perfectas si buscas acabados mates además de los brillantes, satinados y metálicos.
Sombras de ojos en crema. Estas sombras de textura cremosa la encontrarás en pequeños frascos. Su punto fuerte es su larga duración aunque tiene más riesgos de cuartearse. Otra ventaja es su fácil aplicación. Las puedes aplicar incluso con los dedos aunque son más difíciles de difuminar. Puedes encontrar este tipo de sombras con tonalidades intensas donde podrás elegir entre acabados más opacos o brillantes.
Sombras de ojos líquidas. Su textura es más fluida y se enceutnra en el punto intermedio entre las sombras en polvo y las sombras en crema. Poseen mayor duración que las primeras pero presenta la desventaja de la segunda, se cuartea. Son convenientes para pieles jóvenes, sin arrugas o aquellas secas.
Si hablamos de acabados podemos diferenciar entre:
Acabado mate. Se caracteriza por no poseer brillo. Se suele usar como sombra de transición y en estilos más naturales, discretos y sencillos. Los puedes aplicar tanto en el párpado móvil como en el fijo.
Acabado metálico. ¡A brillar, chicas! Estas sombras son las reinas de las noches pero también podemos usarlas para el día aplicándolas como un toque en el lagrimal. Eso sí, si tienes arrugas o tu piel es seca, este tipo de sombras acentuarán más todavía este aspecto.
Efecto nacarado. El efecto que consiguen es como el reflejo de una perla o el nácar. Da igual el tipo de piel que tengas. Lo podrás aplicar siempre, especialmente para los looks de día.
Acabado satinado o brillante. Son muy parecidos a los acabados metálicos con la ventaja de que los puedes aplicar en pieles con arrugas y secas. Son las reinas del párpado superior.