Limpiadores Faciales
Preguntas frecuentes:
¿Por qué elegir un limpiador facial de dermocosmética?
¿Conoces los beneficios que le aporta a tu piel la limpieza diaria? ¿Te preocupa elegir el mejor limpiador para tu piel?
Maquillaje, sudor, la contaminación que existe en el ambiente, el propio sebo de la piel… Existen multitud de factores que ensucian tu piel y pueden alterar su estado natural. Sin embargo, gracias a los limpiadores, nuestra piel se mantiene limpia, ya que son capaces de retirar la suciedad que se acumula en ella durante todo el día.
Si además de esto, tu piel presenta alguna afección o problema en el momento de usar el limpiador, lo mejor para tu piel será que te hagas con un limpiador de dermocosmética.
La función básica de los jabones faciales es limpiar la piel, eliminando microorganismos y posibles infecciones. Para ello, podemos encontrar un sin fin de limpiadores en el mercado de calidad que limpien nuestra piel. Sin embargo, la dermocosmética va un punto más allá, tratando afecciones de la piel y aportando soluciones.
Este tipo de limpiadores puede ayudarte a disminuir y controlar el acné, calmar la rosácea o controlar los signos de la edad , entre otras afecciones de la piel.
¿Nuestra recomendación? Usar un limpiador que contenga ingredientes y activos que traten las afecciones o problemas que quieras eliminar, así, además de limpiar tu piel en profundidad, con todos los beneficios que eso implica (mayor luminosidad, piel saludable, una mejor incisión de los productos que apliquemos a continuación, etc.) conseguirás acabar con sus problemas.
¿Cuál es la diferencia entre un limpiador facial de dermocosmética y un limpiador facial común?
¿Sabes qué tipo de limpiador es mejor para tu piel? ¿Dudas entre un limpiador facial común y uno de dermocosmética?
Responder a esta pregunta implica plantearnos en qué se diferencian los limpiadores faciales comunes y los de dermocosmética, así que ¡vamos a ello!.
La principal diferencia entre un limpiador común y uno de dermocosmética es que los dermocosméticos tratan afecciones no patológicas de la piel. Es decir, están formulados con sustancias que le confieren cualidades distintivas, capaces de tratar distintos problemas de la piel. Un ejemplo de ello serían las arrugas, el acné, manchas en la piel, dermatitis, rojeces y un largo etc.
Para ello, esta variedad de productos cumple unos estándares de eficacia, seguridad y calidad bastante altos, ya que son los mismos que pasan los medicamentos.
Esto quiere decir que estamos hablando de productos con garantías de eficiencia realmente renombrable. De esta manera, los productos dermocosméticos reducen en gran medida la posibilidad de sufrir alergias, por cualquier tipo de piel, incluso las más sensibles.
En definitiva, un limpiador dermocosmético tendrá como objetivo principal tratar la salud de tu piel, para que esta esté saludable, consiguiendo como resultado su belleza.
¿Y tú? ¿Los has probado ya? Si todavía no conoces de primera mano los beneficios de la dermocosmética para tu piel, ¡no esperes más! y hazte con un limpiador que retire la suciedad y todas tus preocupaciones sobre tu piel.
¿Cómo elegir el limpiador facial adecuado para tu tipo de piel?
Los limpiadores faciales resultan un punto imprescindible para el cuidado facial. Limpian la piel en profundidad, retirando cualquier tipo de suciedad que quede en ella, además preparan la piel para que el resto de los pasos de tu rutina penetren mejor en ella y dejan tu piel limpia y saludable.
Pero, ¿qué pasa si no elegimos el limpiador adecuado para nuestro tipo de piel?
En este caso, estaremos perdiendo la eficacia del limpiado en sí, además de poder estar empeorando el estado de nuestra piel, ya que le estaremos aportando ingredientes que pueden no ser adecuados para ella. Por ejemplo, si tu piel es seca y utilizas un limpiador facial que controle los brillos, destinado para controlar el sebo de las pieles grasas, estarás provocando aún mayor sequedad en tu piel. En definitiva, elegir un limpiador facial inadecuado puede ser una auténtica catástrofe para nuestra piel.
Para evitar problemas en tu piel y que puedas elegir el mejor limpiador para ti, te contamos las claves para que tu decisión sea la más acertada. Para ello tendrás que fijarte principalmente en dos factores: la textura del producto y su formulación.
Elige la fórmula que más te guste y que mejor le venga a tu piel, porque todas ellas, independientemente de su textura, presentan la misma efectividad. El resultado en tu piel va a depender de las características de esta, aunque, de manera habitual, existen texturas que vienen mejor a unas pieles que a otras.
También deberás tener en cuenta los ingredientes que componen el limpiador. Dependiendo de los ingredientes que lo compongan, será beneficioso o perjudicial para nuestra piel.
Piel normal: Al ser las pieles más equilibradas, podemos usar cualquier limpiador que las hidrate y proteja, y la textura que más nos guste al tacto con nuestra piel.
Piel seca: Si tu piel es seca, el limpiador deberá dejarla nutrida y no aumentar su sequedad, reforzando la barrera protectora de la piel. El ácido hialurónico, el pantanos o las ceramidas serán los ingredientes más indicados para esta piel, así como la textura de leche o crema.
Piel grasa o mixta: Si tu piel es grasa, tu limpiador deberá ayudar a controlar brillos, ser seborregulador, con ingredientes como el ácido salicílico, la niacinamida, o el aceite de árbol de té. La textura más indicada para este tipo de piel será en gel.
Piel sensible: Si este es tu caso, buscaremos limpiadores con ingredientes calmantes y antirrojeces, como pueden ser el alore vera, la curcuma o la niacinamida. La textura en espuma o leche limpiadora será la más adecuada.
Como puedes ver, lo más importante a la hora de elegir un limpiador es tener claro cuál es nuestro tipo de piel y cuales son las características de la piel que queremos mejorar.
Hoy en día, las marcas especifican en sus productos para que tipo de pieles van dirigidos, sin embargo, en caso de que tengas problemas para identificar cual es tu tipo de piel, siempre puedes consultarnos, y te ayudaremos a identificarlo. ¡Atrévete a cuidar tu piel de la mejor manera posible!
¿Qué tipos de limpiadores faciales existen?
La limpieza facial es esencial en la rutina de belleza diaria, pues deshace de nuestro rostro restos de maquillaje y sustancias que se acumulan durante el día en los poros de nuestra piel.
Limpiador en gel, en espuma, en aceite, … En el mercado existen un sin fin de limpiadores de calidad que te ayudarán a mantener tu piel limpia. ¿Conoces todos los tipos de limpiadores faciales que existen? ¿Sabes entre todas las opciones que puedes elegir?
Limpiador en gel, especialmente recomendado para pieles mixtas y grasas. Los geles limpiadores, realizan una limpieza profunda, retirando cualquier tipo de impureza de la piel. Retiran el sebo y limpian la piel sin deshidratarla.
Limpiador en espuma, con su consistencia ligera, este limpiador presenta una textura suave que retirará las impurezas de tu piel con delicadeza y suavidad.
Leche limpiadora, para pieles secas o sensibles resulta la textura idónea. Desmaquilla y limpia el rostro, al mismo tiempo que lo hidrata, por lo que cuidará y mimará tu piel muy delicadamente.
Limpiador en aceite, ya sea en bálsamo o en aceite, este tipo de limpiadores retiran a la perfección el maquillaje, incluso el más waterproof. Es el producto perfecto para el primer paso de la doble limpieza.
Agua micelar. Limpia, tonifica e hidrata la piel en un solo paso con el agua micelar. Es ideal para cualquier tipo de piel, ya que es delicada y no contiene alcoholes ni aceites.
Jabón sólido. Los jabones sólidos mantienen la piel limpia, proporcionando una correcta higiene facial. Resultan perfectos para retirar las impurezas de tu piel, cuidarte a ti y al medio ambiente, ya que con él no se fabrican envases.
Como ves, las opciones de textura y formulaciones son verdaderamente amplias, por lo que seguro que existe el producto perfecto para las necesidades de tu piel.
En Perfumerías Ana contamos con limpiadores faciales para cada tipo de piel, para pieles grasas, secas, mixtas, normales y aquellas más sensibles. Elige el más adecuado para tu piel y ¡disfruta de sus beneficios!