Anticelulíticos

Muchos no creen el poder que tienen las cremas anticelulíticas. Parece difícil eliminar la celulitis con una crema que se aplica físicamente. Y no es magia, es ciencia lo que hay detrás de estas cremas.

La función de las cremas anticelulitis consiste en activar los ácidos grasos y eliminarlos, mejorando el aspecto de la piel. Esto se debe a que favorecen la circulación de la sangre de la hipodermis. Además, activan la lipólisis, que disminuye el tamaño y cantidad de los depósitos de grasa. Si a esto le sumamos masajear firmemente las zonas a la hora de aplicar la crema, conseguiremos romper las fibras grasosas potenciando el tratamiento.

Hay que aclarar que, aunque hay algunas cremas anticelulitis muy efectivas, es necesario acompañarlas de una dieta baja en grasas y ejercicio. Así conseguirás reducir drásticamente la temida “piel de naranja”. 

Con tu crema anticelulítica puedes conseguir resultados reales en tu piel. Sin embargo, además de tener una crema eficaz debes utilizarla de la mejor forma posible para conseguir esos deseados resultados: una piel lisa y libre de celulitis. 

La mejor forma de aplicar una crema anticelulítica es masajeando. Haz movimientos alisadores circulares sobre el vientre, cintura y caderas. En las zonas brazos y muslos, hazlo con movimientos alisadores de arriba abajo. Este método de automodelado reducirá la grasa en las zonas más rebeldes y estarás más cerca de tener tipazo (mejor todavía del que tienes ahora). 

Normalmente, las cremas anticelulíticas se aplican por la mañana y por la noche. Pero otro estupendo momento para aplicarte la crema es después de realizar ejercicio, ya que el cuerpo sigue quemando grasa y ayudará a potenciar este efecto. Es el empujoncito perfecto para acelerar la eliminación de la odiada piel de naranja. 

En cualquiera de los dos casos, también te aconsejamos que exfolies la piel afectada al menos una vez por semana, antes de aplicar el anticelulítico ya que beneficia la circulación y mejora la absorción de la crema en tu piel.

Como su propio nombre indica, el beneficio de los tratamientos anticelulíticos para la piel es muy reconocido. Pero debemos saber que implica mucho más. 

Además de reducir al máximo la piel de naranja, lo que se traduce en menor acumulación de grasas y nódulos adiposos, con los tratamientos anticelullíticos tu piel ganará flexibilidad lo que la hará más resistente. Asimismo, estos tratamientos reducen la retención de líquidos. Todo un puntazo a favor.