Correctores
¿Es común en tí no saber identificar cuál es un producto y cuál es otro? No te preocupes, es más común de lo crees. En este caso, se trata de dos productos de maquillaje que se aplican sobre la piel de la cara: el corrector y el iluminador. Por su formato, en principio, puede invitar a confusión. Sin embargo, uno y otro tienen diferencias muy pero que muy notables.
Hablemos de objetivos y funciones. El objetivo del corrector es corregir imperfecciones de la piel como ojeras, granos y manchas. Por el contrario, el iluminador busca destacar y dar protagonismo a zonas como pómulos, punta de la nariz, arco de la ceja y arco de cupido. El acabado del iluminador es brillante mientras que el acabado del corrector es mate. Este último busca mimetizarse con la piel.
¡Hecho! Ya no te confundirás más con estos dos productos que tantos favores nos hacen.
Los dos se aplican en el rostro. Los dos están para conseguir una piel bonita al instante. ¿Pero cuál se tiene que aplicar antes? Todo tiene su orden y su explicación.
Lo primero que hay que aplicar es la base. Esta conseguirá desde un principio disminuir imperfecciones. De esta forma, después tendrás que aplicar un poco de corrector para corregir las imperfecciones que todavía no se han podido cubrir. Además, así conseguirás un efecto más natural mientras no desperdicias producto.
¿Eres de las que se le marcan las ojeras y se les pone de un indeseado tono morado? Si es así, el corrector de ojeras tiene que ser tu producto de maquillaje favorito.
El corrector es un producto de maquillaje que puedes encontrar en distintos formatos pero cuya finalidad es siempre disminuir el tono oscuro y tan poco deseado de las ojeras. Con su aplicación conseguimos una mirada con más vitalidad y un mejor aspecto.
Los formatos en los que podemos encontrar el corrector de ojeras es:
Líquido. Este formato ofrece una cobertura media y ofrece una aplicación sencilla gracias a su pincel.
Barra. Su estado es sólido y proporcionan buena cobertura.
Crema. Proporciona una amplia cobertura, muy útil para cubrir imperfecciones muy notables.
La primera regla para aplicar el corrector adecuadamente, es hacerlo después de la base de maquillaje. De esta forma, la eficacia del corrector es mayor.
La primera zona en la que nos tenemos que focalizar con el corrector son las ojeras. Aplica desde la parte superior del lagrimal y desplaza hacia abajo, donde se sitúa el párpado inferior. Después difumina hacia la misma dirección llegando a la bolsa de los ojos y haciendo la forma de triángulo invertido.
Si no tienes ojeras, solo aplica un poco de producto en la zona de imperfecciones y con pequeños toques, nunca sin frotar, difumina el producto. De esta forma, evitarás enrojecer la zona. ¡Algo que para nada queremos!
