Eyeliner

El eyeliner, ese adorado producto de maquillaje pero que tan indomable es algunas veces. ¿Quieres usar el eyeliner como una verdadera experta? Estás en el sitio correcto para conseguir un eyeliner perfecto en minutos.

Lo primero que hay que hacer para aplicar el eyeliner correctamente es dibujar de forma suave una línea en las pestañas del párpado superior pero sin pegar la línea al lagrimal para evitar que el eyeliner se corra. Esto conseguirá inmediatamente enmarcar nuestra mirada. 

Después, dibuja el rabillo con la inclinación que prefieras pero siempre en dirección a la sien. Repasa la creación para ver si quieres retocar la longitud o anchura del rabillo y si los dos rabillos son simétricos.

Ya solo queda la práctica para convertirte en una experta del eyeliner. 

¿Alguna vez te has preguntado si hay un color de eyeliner que siente mejor a tu color de ojos? Si es así, estás en lo cierto. Hasta el color del eyeliner hace una gran diferencia. Dependiendo del color de nuestros ojos, podemos usar unos delineadores u otros.

Para los ojos marrones podemos usar una gran variedad de delineadores: de color verde, azul, mordao, beige, rosa, turquesa, dorado, negro,...

Para los ojos avellana, conviene utilizar un delineador verde o marrón. Si utilizamos el verde, destacaremos el color verde de nuestros ojos. Con el marrón conseguiremos unos ojos más oscuros. Asimismo, el negro también es adecuado para resaltar este tipo de ojos. 

Para los ojos azules, los delineadores que combinan mejor son el marrón, el violeta o el gris. 

Para los ojos verdes, los colores más convenientes son el color cabé, el beige, el morado o el bronce. Si tus ojos son verde claro, el delineador negro será pefecto. Si los tienes verdes oscuro, los tonos marrones y grises te irán mejor. 

Ya sabes, elige tu tono ideal y deslumbra con un eyeliner de envidia. 

¿Eres del equipo de párpados caídos pero quieres seguir luciendo eyeliner? Si es así, debes saber que todos los delineadores son aptos y válidos para usar en tus párpados caídos. El truco está en cómo aplicarlos. 

Para conseguir un buen delineado en tus párpados caídos, realiza una línea fina y muy cercana a las pestañas del párpado superior que comience a mitad de ojo. Después traza otra línea que comience al terminar el ojo y siga la línea del párpado inferior y cuya inclinación esté determinada por ir en dirección hacia la sien. De esta forma, es más probable que evites que la línea quede oculta bajo el pliegue del párpado.

Después toca rellenar el espacio creado entre la línea de las pestañas y la segunda línea. Realiza este proceso con el ojo un poco abierto así conseguirás un delineado que quede bien cuando tengas los ojos abiertos. De esta forma, no crearás saltos antiestéticos cuando tus ojos estén abiertos. 

¿Quieres sacarle el máximo partido a tus ojos? ¿Maximizar su belleza? ¿Intensificar el poder de tu mirada? Una de las claves más importantes es hacer el delineado más adecuado para la forma de tus ojos. Según tengas una forma u otra, el delineado se hace de forma distinta:

Ojos almendrados. Estos ojos se diferencian por poseer el lagrimal y la esquina opuesta a la misma altura. Este tipo de ojos permite cualquier tipo de delineado. Un tipo de delineado que siempre irá genial a este tipo de ojo será el que comience por una línea fina que comienza que se va engrosando conforme avanza hacia fuera.

Ojos caídos. En este caso, el lagrimal está por encima de la esquina opuesta. Si este tipo de ojos es el tuyo. Comienza tu línea en la parte más alta de tu párpado de arriba, es decir, en el centro. Crea una línea que se levante y vaya un poco hacia fuera y hacia arriba. Después de hacer el delineado completo, comprueba que la línea no se esconde en el párpado y que no está el antiestético salto que tanto queremos evitar. 

Ojos rasgados. En este caso el lagrimal está por debajo de la esquina contraria. Lo mejor para este tipo de ojos es realizar un delineado en el párpado inferior y realizar un delineado grueso en el párpado superior. 

Ojos pequeños. Se caracterizan por ser la parte más pequeña del rostro. Para conseguir unos ojos más grandes marca una V en la esquina externa del ojo realizando un trazo con el eyeliner en el párpado superior y el párpado inferior. El delineado debe ser muy fino y estar pegado totalmente a las pestañas.

Ojos saltones. Estos ojos son como los redondos pero se diferencian por poseer un globo ocular particularmente grande. En este caso, conviene trazar una línea fina en todo el ojo, incluso el lagrimal. Para reducir el volumen del párpado, recomendamos difuminar el eyeliner.

Ojos juntos. Se reconoce porque la distancia entre los ojos es menor que la anchura de cualquier de tus ojos. Lo mejor para este tipo de ojos es crear una línea tanto en el párpado inferior como el superior desde el centro de los ojos hacia fuera. Si intensificas la línea conforme avances hacia el exterior, conseguirás que tus ojos parezcan que están más separados. 

Ojos hunididos. En esta mirada el hueso de la ceja es muy notable. En este caso, recomendamos trazar una línea gruesa desde el lagrimal hasta el final del ojo por las pestañas del párpado superior y traza el rabillo de forma suave. Después traza otra línea en las pestañas del párpado inferior. 

Ojos separados. Se caracterizan porque el espacio que existe entre los ojos es más grande que la anchura de cada ojo. Te recomendamos trazar una línea bien marcada en la zona del lagrimal y dibuja hasta la esquina contraria para hacer la forma de “V” y difuminar después.

Ojos con párpados caídos. En este caso el párpado superior cae sobre el ojo. Lo conveniente es realizar una línea fina por las pestañas del párpado superior. A continuación, dibuja el rabillo con los ojos entreabiertos. Cuando abras los ojos, notarás que se ha creado algún hueco. En este caso solo tendrás que rellenar el mismo.