Contorno De Ojos
Por el propio término, podemos intuir en qué consiste y para qué zona está creado este producto. No obstante, si quieres una definición más concreta, podemos decir que el contorno de ojos es un producto de cosmética cuyo objetivo es, principalmente, reducir las ojeras y las arrugas y unificar el tono de nuestra piel. Podemos alisar las arrugas, quitar las bolsas y descongestionar el contorno de los ojos, consiguiendo así una mirada más limpia y luminosa.
Si eres de las que tienen un contorno de ojos problemático, este producto es el milagrito para ti. ¡Pruébalo! Notarás los cambios.
Quieres combatir las ojeras con lo mejor que hay. Una de estas herramientas es la aplicación. ¿Cómo hacer para que el contorno de ojos funcione lo mejor posible nuestra piel? ¿Aplicamos directamente, con los dedos, con algún aplicador? El secreto de la aplicación del famoso contorno de ojos se encuentra en las palas metálicas. ¿Por qué? Las palas metálicas no absorben el producto y permiten extenderlo con mayor precisión por esta pequeña zona.
Lo primero que tenemos que hacer es untar la pala, o el dedo en su defecto, con una cantidad similar a un grano de arroz. Después, aplica el producto en el contorno de ojos, extendiéndolo hasta la zona de las patas de gallo para alisarlas.
A continuación, masajea suavemente en círculos con el aplicador o con el dedo, para facilitar la absorción del producto. Hazlo siempre desde el borde de la nariz hasta las patas de gallo, desde el interior hasta el exterior, ya que favorece la absorción y relaja la piel.
Finalmente, para asegurarte de que se absorbe bien, da toquecitos en la zona.
¡Listo! Ya estás un paso más cerca de controlar esas ojeras tanto si son genéticas como si son por trasnochar.
Si eres de esas personas cuyos contornos de ojos son rebeldes e incontrolables, seguro estás buscando la mejor forma de poner punto final a esta pesadilla. Si crees que cualquier contorno de ojos va a solucionar tu problema, te equivocas. Para conseguir controlar esos efectos en tu piel que tan poco te gustan, debes elegir el producto más específico.
Si tu reto es diluir las líneas de expresión, elige un contorno que nutra e hidrate tu piel. En el caso de que tu objetivo sean las manchas por la hiperpigmentación, usa un contorno con protección solar.
¿Tienes ojeras? Mira el color que tienen y así podrás elegir bien tu contorno. Si son azules o moradas, puede que tengas problemas de circulación, por lo que lo ideal sería elegir un contorno con vitamina K óxido; pero si son marrones, escoge un producto antioxidante y despigmentante.
Respecto a las bolsas, lo ideal es conseguir un contorno que ayude a mitigarlas, ya que puede surgir por falta de sueño, alergias o retención de líquidos. Por otra parte, para atacar la flacidez que aparece con el paso del tiempo, hazte con un contorno que tense la piel y tenga colágeno y elastina.
Si lo que quieres es combatir varios signos de la edad, lo mejor es un contorno de ojos de acción global.
¿Hay un contorno adecuado para cada edad? ¿Quieres saber cuál es el más te conviene según tu edad?
El contorno de ojos se puede aplicar desde los 20 años, pero lo ideal es que se haga a partir de los 25-28 años. A partir de esta edad, y hasta los 30 años, es aconsejable utilizar un contorno de ojos que reduzca las ojeras e ilumine la zona bajo los ojos, los párpados y las cejas. Entre sus componentes no pueden faltar la cafeína, el ácido hialurónico y la manteca de Karité.
A partir de los 30 años, el contorno debe llevar vitamina B3 y péptidos para conseguir que la piel sea más firme y elástica, y esté más hidratada. Así, se reducirá la aparición de arrugas y la hinchazón en el contorno de los ojos.
A partir de los 40 años, el contorno de ojos perfecto es aquel que nutre las arrugas más profundas, ataca las ojeras y reduce la flacidez en los párpados. Estos contornos deben llevar extracto de angélica, bayas rosas y vitamina C.
A partir de los 50 años, lo que buscamos es un efecto lifting, por lo que necesitamos un contorno que revitalice nuestra piel e ilumine la mirada. Para ello, lo ideal es que tenga EGF –una proteína humana natural–, así como componentes hidratantes y vitamina C.
