Hidratantes Corporales

Hidratantes Corporales

Preguntas frecuentes:

¿Cuáles son los beneficios de usar una hidratante corporal a diario?

Has escuchado hablar bastante de ella y quizás la uses (deberías) pero ¿sabes todos los beneficios de esta crema tan popular? Son los propios beneficios de la piel los que hacen a la hidratante un producto tan esencial para el cuidado de la piel. Te contamos cuáles son:

El principal beneficio es, claramente, que mantiene tu piel bien hidratada y libre de sequedades.

Previene la aparición del acné. No lo esperabas, ¿no? Pero esto se consigue si te aplicas la crema después de cada ducha. Así evitarás sorpresas el día que tengas algún evento especial.

Elimina la irritación y picor de la piel. De esta manera, podrás olvidarte de esas molestas sensaciones.

Es una defensa contra los rayos UV. Esto se debe a que contiene filtros UV que protegen tu piel frente a los rayos del sol.

Reduce las asperezas de la piel si te la aplicas todas las noches antes de irte a dormir. Enseguida notarás cómo mejoran en las partes más afectadas.

Otro magnífico beneficio es que las cremas hidratantes le dan un aroma sutil y duradero a tu piel. Manteniéndo una sensación de frescor durante todo el día.

Sabiendo esto, somos conscientes de que la crema hidratante está en nuestro día a día para ayudarnos a  tener una vida más cómoda y feliz. 

¿Cual es la mejor rutina para hidratar la piel del cuerpo muy seca?

¿Notas tu piel más seca? Quizás sí o no. La crema hidratante es un deber para todos y si quieres potenciar al máximo su capacidad hidratante y sus beneficios en tu piel, ¡estás en el lugar correcto!

Lo primero que hay que hacer es limpiar la piel pero debes evitar soluciones jabonosas limpiadoras astringentes. Es mejor limpiar la piel con geles con base de aceite que con los que generan espuma (gel tradicional), pues elimina el poco aceite que genera la piel y que sirve como capa protectora. Un gel ideal es aquel que está desarrollado para cuidar la barrera protectora natural de la piel. 

Previénete también de usar exfoliantes demasiado fuertes, ya que pueden dañar la piel. Es mejor que uses un exfoliante suave que respete tu piel de principio a fin. busca alguno que  no contenga gránulos y llenen de energía las células del cutis.

Una vez limpiada y exfoliada la piel, es hora de hidratarla. Esta parte del proceso es tremendamente importante, pues es la que le permite a la piel rehidratarse, ayudando a la barrera natural de la piel permanecer en perfectas condiciones. Para ello, te recomendamos que elijas un hidratante que vigorice y revitalice la piel.

Este sería el proceso completo de higiene corporal que llevar a cabo en casa para mantener una piel bien hidratada. Pero, como no estamos todo el día en nuestro hogar, lo que recomendamos es extender el proceso cuando vayas a salir. Para ello, utiliza protectores solares factor 50 durante todo el año, no sólo en verano, pues los rayos UV del sol son el mayor envejecedor de la piel, y hay que protegerse siempre de ellos. 

También te aconsejamos, aunque no forme parte de la rutina, utilizar un aceite facial para revitalizar y tonificar la piel dañada más expuesta y sensible. 

Siguiendo esta rutina, puedes decir bye bye a la piel seca. 

¿Qué hidratante corporal utilizar según tu tipo de piel?

Si tienes esta pregunta en mente es que sabes que si quieres tener a la crema hidratante como buena aliada debes elegir aquella adecuada para tu tipo de piel. 

Una vez aclarado esto, vamos a ver qué tipos de pieles existen para que te quede completamtne claro cuál es la tuya y qué tratamiento necesitas:

Piel Normal: ésta se caracteriza por ser la más equilibrada, ya que no tiene exceso de grasa ni de sequedad. Es el tipo de piel más sana y con mejor aspecto. Pero no por ello debemos olvidarnos de cuidarla. Para mantener este tipo de piel lo mejor es usar cremas hidratantes líquidas y poco grasosas.

Piel Seca o Desidratada: si tienes la piel agrietada, puedes suponer que tienes piel seca o muy seca, dependiendo del nivel. Si este es tu caso, lo primero que debes hacer es utilizar un gel que sea poco agresivo y respetuoso con tu piel, protegiendo la capa cutánea. Una vez seleccionado correctamente el gel de ducha, el siguiente paso será elegir la crema hidratante idónea para tu tipo de piel. Como se trata de una piel seca, lo mejor será que elijas una crema sin alcohol ni fragancia, pues tienden a resecar la piel. Gracias a este tratamiento, evitarás enrojecimientos, grietas, irritación, erupciones cutáneas, sensación de ardor y otras consecuencias de tener la piel seca.

Piel Grasa: si tu piel muestra brillos, o la sientes grasosa tras salir de la ducha, tienes la piel grasa. Al contrario de lo que muchos piensan, este tipo de piel también debe hidratarse. Necesitas una crema hidratante que normalice la producción de sebo, ligera y sin aceites. De esta manera equilibrarás el estado de tu piel, manteniéndola fresca y sana.

Piel Mixta: si tienes zonas de piel grasosa y otras con síntomas de sequedad, tienes una piel de tipo mixta. Para tratar este tipo de piel, lo mejor es seleccionar una crema que hidrate la piel, pero que no sea grasosa, es decir, que no sea pegajosa. Por eso, asegúrate de que esté libre de aceites. 

Piel Sensible: si se trata de una piel delicada, que reacciona con rapidez y se calienta. En este caso, te recomendamos que uses cremas enriquecidas con pH suave y aceites vegetales. También es importante que no lleven fragancias y que ayuden a conservar la humedad de la piel. 

Piel Atópica: este tipo de piel presenta picor y tirantez. Aconsejamos usar alguna crema que contenga aceites balsámicos y evitar las que tengan fragancia, ya que suelen resecar la piel.

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